Pavimento y revestimiento: las grandes diferencias

revestimiento y pavimento - alaplana

Descubre dos conceptos clave en el mundo de la cerámica y el interiorismo

¿Sabes cuáles son las diferencias entre el pavimento y el revestimiento cerámico? Antes de empezar  con una obra o reforma, es muy importante conocer la respuesta a esta pregunta para elegir los productos más adecuados para tu proyecto y no arrepentirte luego de la decisión.

Tener claro para qué vamos a utilizar cada material es fundamental para garantizar un buen uso y un mantenimiento perfecto. ¿Por qué? Porque, aunque inicialmente nos pueda parecer lo mismo, hay diferencias sustanciales en su uso, en lo que esperamos del material y en su proceso de fabricación.

Grosso modo, podemos decir que el pavimento es el suelo y el revestimiento es la pared, pero hay muchos matices que los convierten en dos materiales muy diferentes en ocasiones.

¿Cuáles son las similitudes y las diferencias?

  1. El uso:

    Como ya hemos dicho, el pavimento se utiliza para cubrir suelos y el revestimiento para cubrir paredes. Dentro de esta amplia categorización, podemos encontrarnos con un montón de matices.

    Tenemos pavimentos pensados para espacios interiores y exteriores, hay pavimentos para zonas húmedas con tratamiento antideslizante, tenemos pavimentos diseñados para climas extremos que soportan las heladas, etc.

  2. Lo que exige ese uso:

    Un pavimento necesita un material mucho más resistente porque se va a pisar de forma continuada. Un pavimento para un espacio público como un centro comercial o un aeropuerto se va a pisar de forma todavía más intensa, por lo que requiere aún más resistencia.

    Un suelo que resista las heladas debe tener unas características especiales que hagan que no se agriete con los cambios de temperatura. Las diferencias en el uso del material, por tanto, van mucho más allá de lo estético.

  3. El material:

    Si cada tipo de baldosa tiene un uso y requiere unas prestaciones, debe ser elaborada con materiales diferentes. De ahí que el revestimiento, que no necesita tanta resistencia, se fabrique generalmente con pasta roja. Esto es debido a que ofrece gran versatilidad, excelente relación calidad-precio y menor resistencia.

    El pavimento, por su parte, se fabrica o con mayor grosor o en porcelánico para garantizar ese plus de durabilidad y de resistencia que nos pide el material.

  4. Acabados:

    Los acabados básicos como mate, brillo o satinado pueden estar disponibles tanto en los pavimentos como en los revestimientos. En este caso, sí que es más una cuestión estética. Hay otros acabados, como los diferentes tipos de tratamiento antideslizante, que solo pueden aplicarse a los pavimentos.

  5. Los formatos:

    Generalmente, los revestimientos son de formato bastante más reducido y cuentan con varias piezas decoradas. Esto ocurre incluso en otros formatos que nos pueden permitir ampliar su versatilidad. Los pavimentos, especialmente los porcelánicos, pueden fabricarse en grandes formatos que dan mayor sensación de continuidad y maximizan los proyectos de arquitectura e interiorismo.

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