Te damos las claves para elegir el acabado perfecto para tus baldosas
Una de las decisiones más complicadas a la hora de elegir los azulejos para un nuevo proyecto o para una remodelación es la de los acabados. Tenemos muchas opciones donde elegir: brillo, mate, lappato… Pero dos de los acabados que generan más confusión son el pulido y el satinado, a pesar de ser completamente diferentes y de conferir a las colecciones aspectos totalmente distintos.
Mientras los azulejos satinados tienen un brillo suave, los pulidos son de los acabados con mayor brillo. El acabado satinado toma su nombre de la sutileza de la seda, de tacto suave y pequeños reflejos brillantes sobre un fondo mate. La magia de los acabados satinados recae en gran parte en los efectos al reflejar la luz debido a esa combinación entre mate y brillo.
«Los azulejos pulidos son pura luz»
Su tratamiento pulido convierte estas superficies en brillantes y luminosas, perfectas para representar texturas con gran brillo en la naturaleza como el mármol y otras piedras. Así, los acabados pulidos son perfectos cuando estamos buscando un efecto de gran luminosidad y, sobre todo, cuando queremos reproducir la elegancia del mármol con total fidelidad.
Ambos materiales tienen también diferencias en el proceso de producción: mientras el acabado satinado se consigue en la propia línea de producción, sin un tratamiento posterior, el acabado pulido se logra después de un proceso especial que le da ese aspecto de gran brillo. Como consecuencia de este tratamiento, las baldosas pulidas presentarían más riesgo de deslizamiento en caso de utilizarlas en zonas húmedas. Si estamos pensando en baños, tal vez los satinados serían más adecuados al no presentar problemas con el deslizamiento.
Esta diferencia en la capacidad de deslizamiento de cada uno de los materiales es lo que separa ambos tipos de acabado y lo que hace que cada uno de los tipos de cerámica sea adecuado para un proyecto diferente: mientras podemos utilizar los satinados en casi cualquier interior, los pulidos no son apropiados para lugares húmedos como los cuartos de baño.
También es necesario pensar en cómo son en la naturaleza los materiales que imitan la cerámica: si estamos buscando el efecto suave de un material como la pizarra, lo que nos interesará será una colección de azulejos satinados. Si, en cambio, estamos buscando los efectos luminosos de un material como los diferentes tonos del mármol, los acabados pulidos serán más apropiados para nuestro proyecto.
Por tanto, no hay un acabado que sea mejor que otro sino que dependerá de las necesidades y las características de nuestro proyecto y del efecto que buscamos conseguir con los azulejos.
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