El porcelánico efecto madera se integra a la perfección tanto en estilos más modernos como más clásicos.
El diseño natural ha llegado para quedarse. Así lo demuestran las últimas tendencias en el mundo de la decoración que dan paso a las plantas, a la piedra, o a la calidez de la madera. Es por ello que el porcelánico efecto madera es una opción cada vez más popular. Su versatilidad, su nivel de detalle y su amplia gama de colores lo hacen idóneo para integrarse en cualquier tipo de estética y proyecto.
Uno de los estilos con más adeptos en la actualidad es el rústico o el rústico contemporáneo. El carácter natural, casi artesanal, de estos espacios puede acrecentarse aún más con baldosas marrón tipo madera, de una intensidad media. Por ejemplo, en esta gama podemos encontrar porcelánico que imita el característico veteado del roble.
Su presencia, cálida y acogedora, es ideal en suelos, como una alternativa más duradera a la del clásico parquet. El resultado final, más rústico o moderno, dependerá en gran medida de los elementos decorativos y de mobiliario presentes. No es lo mismo combinar estas baldosas con muebles más tradicionales que con líneas rectas y modernas.
El marrón es muy versátil. Y ya no sólo por esa capacidad de combinar con todo, sino porque tan sólo con variar ligeramente el tono podremos conseguir otro tipo de sensaciones. Un claro ejemplo es el porcelánico diseño madera color miel. Este tipo de azulejos claros, junto con mobiliario de tonos suaves y formas simples en un espacio minimalista, remiten al estilo nórdico escandinavo. Los ambientes de este tipo suelen acompañarse de elementos textiles, de algodón, mimbre, plantas o flores para transmitir elegancia y paz.
El minimalismo es también un estilo en sí mismo y suele llevarse bien con tonalidades o adornos más modernos. El gres porcelánico gris o blanco efecto madera es ideal por ser un color más inusual y contar con un carácter más actual, sin perder el encanto de la madera.
Con este revestimiento obtendremos una atmósfera refinada en la que destacar con mayor fuerza otros elementos. Por ejemplo, en una habitación, los pavimentos y revestimientos grises acompañarán muy bien a un cabecero de color verde intenso.
Finalmente, encontramos los azulejos que, por su diseño, son más originales y pueden integrarse en todo tipo de espacios. Un claro ejemplo es el porcelánico que imita el envejecimiento natural de la madera expuesta a los agentes atmosféricos y otros factores. Muestran un patrón de colores inusual que mezcla marrones, blancos o grises según la pieza.
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